miércoles, 28 de abril de 2010

Factorías Juliana queda vacía

El casco del último barco construido en el astillero gijonés, el cementero «Cristina Masaveu», fue remolcado ayer hacia Astander (Cantabria), donde concluirá la obra


La segunda pleamar de ayer se llevó a Cantabria el último buque en construcción que permanecía en Factorías Juliana, el cementero «Cristina Masaveu», cuya obra estaba paralizada desde hace casi un año. Juliana presentó a finales de mayo de 2009 un concurso voluntario de acreedores, de cuya resolución dependerá que vuelva a haber construcción naval en la bahía gijonesa. De momento, el casco del «Cristina Masaveu» es la última construcción realizada en el astillero filial de Factorías Vulcano. Está por ver si también será el último barco hecho en Gijón.

A las cuatro menos cuarto de la tarde el barco en construcción soltaba amarras y salía remolcado del dique seco. Una maniobra que ejecutaron tres remolcadores en apenas siete minutos, ante la mirada curiosa de algunos vecinos de El Natahoyo. Ese era el caso de Virgilio Sierra, que hace unos años se prejubiló después de haber trabajado 33 años en el astillero, en nómina de una empresa auxiliar. «Cuando yo entré, en 1973, había aquí 1.500 o 2.000 trabajadores. Ahora queda todo muerto. Y eso que desde que yo marché hubo muchas reformas para modernizarlo», señalaba ayer este antiguo montador de andamios que ha ido contemplando desde las ventanas de su casa el proceso de decadencia del astillero en el que trabajó décadas. «Después de años viendo tanto movimiento, ahora está todo parado. Da un poco de pena», añadió el jubilado.

La maniobra del barco continuó en aguas portuarias, frente a la terminal granelera de EBHISA, donde los remolcadores reviraron el cementero. Allí fondeado, se enganchó a continuación a un remolcador cántabro de mayor porte, que lo sacó de aguas gijonesas, en dirección a Santander, hacia las cinco y diez de la tarde. Hoy está previsto que entre en las instalaciones de Astander, donde se culminará su construcción en un plazo de once meses. Si todo sale como está previsto, el buque regresará a Gijón al cabo de ese tiempo para efectuar las pruebas de carga de cemento en El Musel, antes de su entrega al armador, Tudela Veguín. La construcción del barco está siendo inspeccionada por la Naviera Alvargonzález, que es la que gestiona los cementeros del grupo Masaveu.

La salida del «Cristina Masaveu», construcción 371 de Factorías Juliana, supondrá el envío a sus casas, en los próximos días, de la decena de trabajadores que aún permanecen en el astillero. Cuatro de ellos, incluyendo al jefe de recursos humanos, se prejubilarán. Los otros seis serán recolocados en centros de trabajo del grupo público Navantia. Aún pasarán unos días, dado que Astander tiene que recoger material almacenado en Juliana para el cementero, que se trasladará en camiones a Cantabria.

La reanudación de la actividad naval en Gijón dependerá ahora de que cuaje el proyecto del grupo naviego Armón para reflotar el astillero. Se trata de una carrera de obstáculos y a ritmo lento, que está pendiente de cuestiones judiciales como la resolución del concurso de acreedores y de los pleitos entre los socios de Factorías Vulcano, y también del grado de colaboración de Pequeños y Medianos Astilleros Sociedad de Reconversión (Pymar), que pasaría por reducir la hipoteca a su favor que pesa sobre los terrenos propiedad de Factorías Juliana.

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